Quiero hacer más cosas. Muchas más.
Sinceramente, y resulta ser súper ridículo: antes de empezar mi servicio social y de que mis tareas domésticas se multiplicarán sin mi hermana aquí, me sentía más cansada y triste.
Hoy, tengo energía y ganas. Sólo puedo explicar que todo es gracias a Dios quien no me abandona.
Pienso en todo lo que quiero hacer y si bien hace algunos meses me hubiera parecido imposible hacer tanto, hoy me digo SÍ se puede.
Gracias Dios, contigo Todo.
No quiero detenerme. Menos ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario