¡Agosto se me va! Qué mes. Lo recordaré por siempre.
Fue el mes en el cual tome la decisión de hacerme cargo de mi propio destino, de tomar cada oportunidad de la vida con los brazos abiertos. Hice una promesa a Dios, la de esforzarme yo misma para cumplir mis sueños...
Aquí estoy.
Y viene septiembre, es quizá el primer año en mi vida que tomo tanta consciencia de las estaciones. Es algo bonito. Antes las estaciones se dividian en frio y calor, solia limitarme a pensar: "odio el calor ya quiero el invierno", pero ahora me doy cuenta que cada estación tiene lo suyo; hay cosas que solo puedes hacer en primavera, o en verano, o en otoño y otras tantas que solo puedes hacer en invierno y eso es bueno.
Quiero disfrutar inmensamente esos momentos.
He decidido que septiembre va a ser el mes del yoga. Es una practica que anhelo hacer. El plan es hacer 30 minutos de yoga cada día del mes de septiembre. Venga que ¡si se puede!
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