¿Qué tanto intento? Vivir. Dar lo mejor de mi, ser feliz. Aunque suene tonto, obvio, es así.
Se siente tan raro escribir esta entrada. Hablar de cosas de las que creo saber y al mismo tiempo exponer mi vida desde el anonimato. ¿cómo le hago para no sonar como la chavilla del blog que salio en la rosa de guadalupe? Que oso.
Si escribo estas lineas es porque he sentido el llamado de hacerlo. Esa es quizá la primer cosa importante que quiero decir: Atiende a tus llamados. Esa voz que te grita: "¡atrevete! Emprende este proyecto", "diselo" o qué se yo.
Yo identifico esa voz con Dios. Solo así puedo explicar como es que de la nada siento la inspiración y sé cosas que antes no sabia. ¿te has sentido así?
Pues bien, a mi me ha pedido que escriba este blog. Que no desista. No se quien este destinado a leerlo, solo sé que esa persona necesita saber algo que yo voy a decir.
Por mas místico que suene. Así lo siento.
Volviendo a hablar de mí, porque como a cualquiera me encanta hacerlo, yo he sido toda mi vida el tipo de persona que desiste a la primera, la que encuentra un millón de peros y que no se atreve. Pero desde hace un par de semanas me he sentido mucho mejor. Tan inspirada. Capaz de cualquier cosa.
No es que de la noche a la mañana consiguiese la fuerza de mil hombres, simplemente me di cuenta de una verdad tan cierta como que el Sol calienta: querer es poder.
Todo lo que tu quieras lo puedes conseguir. Querer es poder.
Y si no lo alcanzas es que no lo querías de corazón.
Ahora mismo, en este momento en mi vida al cual Bendigo profundamente, tengo un montón de proyectos que quiero emprender, este blogs es uno de ellos.
Hay tanto de lo que quiero hablar que me abruma. Al tiempo. Antes de despedirme quiero pedir disculpas por lo chafa del blog y de lo sencillo de esta primera entrada escrita desde mi celular. Ya iré mejorando. Paciencia por favor.

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